lunes, 20 de febrero de 2012

La Cultura en España se va de caza

      Parece que cuando algo se pone de moda van todos los borreguitos detrás del mismo manojo de hierba. Y esto es lo que ha pasado ahora con los "hombres" y "mujeres" "civilizados" y la mayoria de las veces de buena estirpe y clase privilegiada, que cada fin de semana se ponen sus mejores galas ( a cual mas hortera) y se lanzan al monte o al descampado de turno a matar animales por diversión.
      Así es, la caza, el deporte cinegético (queda más guay llamarla así), el deporte de la biodiversidad, el deporte del conservacionismo y el deporte de las inversiones que generan garantias de futuro de los hábitats y habitantes del medio rural y natural, entre otras perlas que dicen en la Federacion de Caza, que como buena actividad elitista lleva la palabra Real. Os pongo un párrafo que aparece en la web de esta Federación y que no tiene desperdicio en cuanto a las justificaciones de su dedicación:

"La norma y principio básico de la RFEC y de FEDENCA ha sido siempre la de orientar los proyectos que costeamos los cazadores federados hacia la recuperación y defensa de las especies de tal manera que, una vez comprobadas las posibilidades de sostenibilidad de cada una, podamos cazarla sin contratiempos pudiendo demostrar la legalidad y bondad de nuestra actividad cazadora, que siempre hemos defendido como una herramienta imprescindible para regular las poblaciones de fauna, descontroladas en la naturaleza por la intervención del hombre. Como no nos cansamos de repetir, si los cazadores no actuáramos por decisión propia y a nuestra cuenta y cargo, cazando y controlando las poblaciones de algunas especies, los poderes públicos tendrían que crear “el cuerpo de cazadores de oficio”, a cuenta de las arcas del estado y por tanto de los impuestos de todos los ciudadanos. "

      Por mi parte decir tiene que este es tambien el depote del plomo en el campo, el deporte del galgo colgado en el árbol, el deporte de la mutilación de animales, el deporte de las trampas salvajes, el deporte del orgullo de la sangre, ...

      Y todo viene, a que estos lumbreras, los de la escopeta y la navaja de Albacete,tan bien representada en la película de Berlanga "La Escopeta Nacional", pretenden que la caza sea Patrimonio Cultural Inmaterial. ¡¡Ole y Ole!!

      Ahora matar por diversión y no por necesidad (aunque se empeñen en que ayudan al ecosistema) es cultura. Asi nos va, y asi nos irá si entendemos por cultura esta aberración y exaltación de los instintos más primarios del ser humano, que creí ya se habian dejado atrás...personalmente creía que la evolución existía, ahora me doy cuenta de que no.

      Teodoro Heuss, que como primer presidente de la República Federal Alemana debió participar a menudo, por motivos de representación, en cacerías con diplomáticos, lo formuló certeramente: «La caza es sólo una denominación cobarde para un asesinato especialmente cobarde de criaturas sin posibilidades. La caza es una forma secundaria de enfermedad mental humana».

      En fin...

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