El garrulismo, la ignorancia y la incultura se reunieron ayer todas juntitas en Madrid, y lamentablemente, muy a mi pesar, alrededor de una diosa griega, civilización, la griega, que tanto ha hecho por la evolución de la ciudadanía, la cultura y el buen gobierno y que el futbol se encarga, una vez mas, de echar por tierra y de que mejor modo, que delante de la diosa que la representa.
Realmente, y siempre desde mi punto de vista, me parece de lo mas grotesco y a la vez lamentable ver circular a los incondicionales borreguitos forofos del balompié, sin otra idea definida y con la cabeza abotargada agitando bufandas y banderas y con variopinta indumentaria, a cual mas estrafalaria, y mostrando orgullosos la camiseta comprada de su ídolo, así como las bufandas con mensajes ridículos y en ocasiones despectivos y violentos, que tan solo buscan introducir, más aún si cabe, el sentimiento de desprecio hacia los rivales (algo que desde pequeño se procura evitar en la educacion y en los valores deportivos) y la afinidad, rozando el sectarismo, hacia, y dejémoslo claro desde el principio, empresas. No me imagino sinceramente, viendo callejear y gritar salvas de gloria a los abonados de Telefónica por la bajada del 1% de la tarifa, por ejemplo, o por la adquisición de una compañia en otro país
Esta claro que en el país de la pandereta, del pan y circo y de la mediocridad, no podía faltar una celebración de este calibre para, si me lo permiten, y si no también, hacer demagogia por los cuatros costados. Y para demagogo yo, que ya que en los medios aparecen de forma habitual y sin ninguna vergüenza gentuza que se alardea de decir “la verdad”, evidentemente no voy a ser yo el que tenga que avergonzarse, y me atrevo a decir, mi verdad claro, que en un país donde la precariedad laboral, la estafa política y el trapicheo no es importante y lo que mas importa es el futbol, pues decir tiene que bien merecido no lo tenemos. Si no nos preocupamos por mejorar lo que nos rodea e involucrarnos en lo que nos atañe, solo podremos dejarnos llevar a la deriva y esperar que nos tomen el pelo y se rían de nosotros.
Tras la celebración llegará, como es habitual últimamente tras estos fastos, el recorte de turno, que así nos duele menos (o eso creen, pero tratando con borreguitos seguro que tienen razón). Nos queda esperar a ver si con suerte España no gana la Eurocopa ya que si los del calzón azul y camiseta roja lo consiguen seguramente vendrán los mayores ajustes, que realizados en la resaca de la alegría por la victoria patria, no nos daremos cuenta. Aunque si pierden los harán igual.
A mi personalmente que ganen a pierdan me es igual, si ganan, ni me sentiré mas español de lo que soy, ni me pagarán mas de lo poco que cobro y si pierden no llorare por la vergüenza de la derrota y seguiré yendo a trabajar como cualquier día, que por suerte, aun tengo trabajo al que ir.
Tras la celebración llegará, como es habitual últimamente tras estos fastos, el recorte de turno, que así nos duele menos (o eso creen, pero tratando con borreguitos seguro que tienen razón). Nos queda esperar a ver si con suerte España no gana la Eurocopa ya que si los del calzón azul y camiseta roja lo consiguen seguramente vendrán los mayores ajustes, que realizados en la resaca de la alegría por la victoria patria, no nos daremos cuenta. Aunque si pierden los harán igual.
A mi personalmente que ganen a pierdan me es igual, si ganan, ni me sentiré mas español de lo que soy, ni me pagarán mas de lo poco que cobro y si pierden no llorare por la vergüenza de la derrota y seguiré yendo a trabajar como cualquier día, que por suerte, aun tengo trabajo al que ir.
En fin…
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