martes, 1 de mayo de 2012

La Doctrina del Shock: El fin del Estado del Bienestar

      Según la periodista canadiense Naomi Klein, en su libro “La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre”, nos da una versión de como se aplica una estrategia que se mueve en el ámbito de la psicología social, la psiquiatría y la terapia de choque, que tratan de vaciar la mente para reconducirla y retroalimentarla para que haga concesiones en contra de su voluntad quebrando “las fuentes que se resisten a cooperar” (Método descrito en dos manuales de la CIA desclasificados a finales de los años 90). Esta estrategia ya había sido perfeccionada por el economista Milton Friedman y sus colaboradores de la Escuela de Chicago en los años 50, a la que llamaron estrategia del “shock económico” y que llegaba a decir que los países que sufriesen un aumento de sus déficits públicos y de su deuda soberana, y que al no poder hacer frente a la misma, se verían avocados a solicitar préstamos del Fondo Monetario Internacional, quien a su vez, les exigiría la aplicación de las tres medidas básicas y habituales del FMI; es decir, privatización de los sectores y servicios públicos, desregulación estatal y recortes en el gasto social.
      A las sociedades, sus gobiernos les pedirían comprensión y sacrificios económicos y sociales ante la esperanza de que estas medidas salvarían al país de mayores desastres y les conduciría a la salida de la crisis económica. Los ciudadanos, atónitos en un principio, enarbolarían la bandera del malestar social rechazando las medidas que irían a adoptar sus gobernantes. Para contrarrestar este malestar social de los ciudadanos, los gobiernos, junto con el partido o los partidos políticos que lo sustentan, y los grupos de interés, realizarían campañas de desprestigio contra la ineficacia de lo público frente a la eficacia de lo privado; defenderían la privatización y la liberalización de los sectores y servicios públicos; la desregularización económica; y la imperiosa necesidad de realizar recortes en el gasto social para equilibrar las cuentas públicas.
      La complacencia, la sumisión y el temor se instalaría entre la ciudadanía, esto vaciaría su mente que sería reconducida y retroalimentada para que hiciera concesiones en contra de su voluntad, entraría en un estado de shock que quebraría “las fuentes que se resisten a cooperar". A partir de ahí, los gobierno ya podrían comenzar a privatizar rápidamente los sectores y los servicios públicos y poderlos vender al mejor postor. Cuando los ciudadanos se recuperasen del trauma, las privatizaciones ya serían permanentes. La doctrina del shock se ha sucedido en varios países a raíz de guerras, catástrofes y crisis financieras y económicas: Golpe de Estado en Chile, Guerra de las Malvinas (Reino Unido), Bolivia, Polonia, Rusia, Sudáfrica, Estados Unidos (después del 11S y del  huracán Katrina en Nueva Orleáns), economía de los Tigres (crisis financiera asiática 1997), Irak… En la actualidad la doctrina del shock se está aplicando en los países en crisis en sur de Europa, Grecia, Portugal, Italia y España; sin olvidar que también se está aplicando en Irlanda, Reino Unido, Francia y ahora en Holanda.

       Si disponéis de tiempo os recomiendo el siguiente documental, basado en el libro de Naomi Klein, y como debe ser, vosotros saquéis las conclusiones de como lo que se dice se asemeja en mucho lo que esta sucediendo en la actualidad en nuestro país


Fuente: Malestar Ciudadano

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